Recuerdo con cierta nostalgia por la inocencia, el momento de pedir lo que fue mi tercera hipoteca, la segunda de Rocío y la primera hipoteca para inversión. Yo tenía mi piso de soltero del 2003, y acabábamos de comprar una vivienda juntos para vivir en el 2015 con un 100% de financiación. Eran ya dos hipotecas y teníamos la creencia de que no podríamos acceder a ninguna más. Ahora igual te parece una tontería, o por lo menos . . .
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